Querida Susana:
Hoy quiero dedicarte unas palabras desde lo más profundo de mi corazón. Ha pasado poco más de un mes de tu partida ,aunque yo me he enterado recientemente y eso me ha desencadenado un revoltijo de emociones y recuerdos tuyos.
Lamento no haber podido despedirme de ti como merecías.
Siempre recordaré tu fortaleza y la calidez de tu sonrisa, que iluminaba incluso los días más grises. Te tenía mucho cariño y me duele saber que ya no estás aquí.
Aunque nuestras vidas eran diferentes, tu espíritu siempre dejó una huella en mí.
Espero que hayas encontrado la paz que tanto merecías. Siempre llevaré tu recuerdo conmigo, y te recordaré con amor y gratitud por los momentos compartidos. Cada recuerdo contigo es un tesoro que guardaré en mi corazón.
Me gustaría poder revivir esos días y agradecerte por todo lo que me diste.
Gracias a ti y a tus compis descubrí mi verdadera vocación que es ayudar a las personas en situación de sinhogarismo.
He aprendido que cada historia es única y que detrás de cada persona hay sueños, luchas y esperanzas.
Quiero ser un puente entre ellos y las oportunidades que merecen.
Gracias a tu apoyo y el de tus compis, he desarrollado la sensibilidad y la comprensión necesaria para abordar sus necesidades con respeto y dignidad.
En un futuro próximo me comprometo a luchar por su bienestar, a escuchar sus voces…
Tu legado me impulsa a seguir adelante en esta misión, y espero poder hacerte sentir orgullosa Susy.
Con mucho cariño.
Lucía, como tú me llamabas: ”amigui”
